Para su realización, el diseñador mezcla cuatro cartones de huevos con agua para reblandecerlos y obtener una pasta de papel; ésta se vierte sobre un molde, se alisa y se deja secar. Una vez seco, se montan las piezas con tornillos de aluminio. Un cable, un casquillo, una bombilla y voilá… ¡Ya tenemos una lámpara de mesa!
Para solucionar el problema de la inestabilidad (los cartones pesan muy poquito), el diseñador ha previsto un hueco en la base de la lámpara para meter una bolsita con algo de peso, como granos de arroz o alpiste. ¿Es original o no? Sí que aguza el ingenio esto del reciclaje.
Fuente: Decoratrix, Vetterlein
that's so cool!
ResponderEliminarDe veras! Super ingenioso!! :)
ResponderEliminarReally! Super smart! :)